viernes, 2 de diciembre de 2011

Mi futuro viaje a Italia


Ok, Gracias por interesarse a leer mi blog y acompañarme a Italia.
Comenzaré por contarle que voy a cumplir 30 años de casada.  Cuando cumplimos 25 mi esposo y yo decíamos que viajaríamos a Europa.  Pero, con tres hijos y dos de ellos en College no pudimos darnos ese gusto.  Desde entonces, cada año decíamos, “Cuando cumplamos 30 años viajaremos a Europa.” 
Ya casi llegábamos a los treinta, y cada vez nuestras esperanzas se veían frustradas al no poder ahorrar lo mínimo para viajar.  Entre nuestras frustraciones tuvimos que adquirir un nuevo calentador de agua pues el anterior comenzó a botar agua de lo viejo, un nuevo par de máquinas para lavar y secar, pues mi esposo sobrecargo la lavadora y se rompió algo adentro de la misma. También pagar innumerables autobuses y viajes por avión y aún por tren para  traer a nuestros hijos a casa para los feriados y para el verano.  Pagar dos graduaciones y viajar fuera del estado de Iowa para asistir a cada una de ellas.  Viajamos también,  fuera del país por la muerte de un familiar cercano. Entre tantos pagos, y urgencias nuestro sueño se veía cada vez más lejano y cinco años se iban pasando muy rápido. 
Dentro de mí pensaba, todavía faltan seis meses, todavía faltan cinco meses, cuatro, tres, dos…pero por más que buscaba yo una manera no se veía la posibilidad de viajar.  Con tal de buscar una solución a mis urgidas vacaciones a Europa, consulté paquetes de viajes, y muchas veces el Internet sin lograr conseguir descuentos o posibles tours con facilidades.
Un día leyendo mi página de Facebook, me entero que los sobrinos de mi esposo, quienes son integrantes de un grupo musical, estarían haciendo un Tour por Italia por tercera vez.  Recuerdo haber seguido el primero y el segundo Tour con cierta curiosidad y por qué no decirlo, un poquito de egoísmo al saber que ellos estaban por allá por tercera vez.  Pero, siendo yo la persona perfeccionista que soy conmigo misma, no podía dejar que un sentimiento de egoísmo me embargara.  Así que, dispuse alegrarme por ellos y dentro de mi albergar esperanzas que pronto tuviera la oportunidad de conocer algún otro país del otro lado del continente americano.
Fue un día como cualquier otro cuando le dije a mi esposo.  ¿No crees que sería muy agradable si acompañáramos a tus sobrinos a Europa?  A lo que él respondió: “Ellos viajan en menos de dos meses, nosotros no tenemos el tiempo en nuestros trabajos, y no contamos con el dinero.”  Yo no sé si todas las esposas son iguales, pero cuando el me dio las dos principales razones del porque no viajar, entendí cual sería mi próxima tarea.
Sabiendo mi objetivo, y los obstáculos que debía vencer, me dediqué a obtener los permisos de trabajo y el dinero.  Pero había otros problemas.  Primero, ¿estarían dispuestos los sobrinos de mi esposo a tenernos de compañía?  Honestamente, ellos son jóvenes, y seguramente no les agradaría tener un par de chaperones en su viaje a Italia.  Pero, siendo yo muy persuasiva y estando muy decidida, decidí tratar.  Otra vez tuve la ayuda de Facebook.  Supe que los padres de ellos estarían acompañándolos, así que las cosas se hicieron más fáciles para mí.  Convencí a mi esposo para que llamara a su hermana y le preguntara si podríamos acompañarlos.  Esta fue una tarea larga y requirió mucha paciencia de mi parte.  Convencer a mi esposo, esperar la respuesta de mi cuñada no fue fácil.  Entre llamadas por teléfono, correos electrónicos y la expectación, mis esperanzas se disminuían en veces, y en veces se aumentaban.   Después de tener el ok de todos, me dediqué a pedir los permisos de trabajo y conseguir el dinero.  Vale la pena decirles que el permiso le fue negado a mi esposo tres veces por ser fin de año y por razones de señoría.  Pero aún así, la cuarta vez fue aprobado sin ningún problema.  Lo que me hace pensar que alguien allá arriba quiere bendecirnos con este viaje.
Todo esto ha ocurrido en menos de dos meses.  Nuestro aniversario es en diciembre, así que oficialmente, estaremos viajando a Italia a mediados del mismo.  No se si alguna vez conoceremos el resto de Europa.  Aunque tengo la fuerza en mi para mover cielo y tierra si se abre otra oportunidad para lograrlo.  Lo que he aprendido de todo esto son dos cosas.  La primera es visualizar un sueño y confesar que lo lograremos hasta conseguirlo.  La segunda, no dejarme vencer por los obstáculos.  Si realmente quiero algo debo de luchar por lograrlo.  Lo he hecho otras veces con cosas difíciles, esta vez no iba a ser la excepción.  Pero espere… aun no me he ido, siga conmigo mi aventura por Italia.  Le aseguro que habrá sorpresas, agradables por supuesto.  No me voy a predisponer para nada negativo.  No se pierda mi próxima experiencia tratando de hablar italiano, o saboreando autentica comida italiana.  Quizá, escriba antes de irme otra vez.  Le invito a que siga conmigo.
No se lo pierda.  Hasta la próxima.
Onewhocares.